Timisoara es el centro urbano más importante del oeste del país. Se encuentra en una zona de llanura atravesada por los ríos Timis ( que se desvía por el sur de la ciudad de Timisoara) y Bega (que traspasa la ciudad).

La ciudad es el punto de bifurcación de importantes vias de tráfico: la ruta europea E70 ( que continua hacia el sur hacia la aduana Moravita y la frontera con Serbia y hacia el este hacia las ciudades de Lugoj, Drobeta Turnu Severin, Craiova, Bucarest), la ruta europea E671 (hacia Arad, Nãdlac y la frontera con Hungría), las rutas nacionales DN6 (hacia Cenad y la frontera con Hungría) y DN59A (hacia Jimbolia y la frontera con Serbia).
Timisoara es además una importante ruta ferroviaria. Los trenes que circulan por las estaciones de Timisoara aseguran la conexión a través de la ruta ferroviaria entre las ciudades de la region (Arad, Lugoj, Caransebes, Resita) pero tambien entre las ciudades más importantes de Transilvania ( Oradea, Cluj Napoca, Deva, Targu Mures, Sibiu) Moldova ( Suceava, Iasi, Galati) o del sur de Rumanía (Craiova, Bucuresti, Constanta).
La primera certificación documentaria viene del principio del siglo XIII, entre 1307-1315, el rey de Hungría Carlos Roberto de Anjou levanta aquí una Fortaleza y como consiguente muda la capital de Hungría a Timisoara. La primera mitad del siglo XIV es el período de máximo desarrollo de la ciudad en la Edad Media. A finales del mismo siglo los turcos empezaban sus incursiones militarias en la region y en este contexto la ciudad adquiere un papel estratégico particular.
A mitades del siglo XV, la Fortaleza de Timisoara se convierte en la residencia de Juan (Ioan) Huniade que fortalecerá la ciudad y reconstruirá el antiguo Castillo. La ciudad florecerá en la segunda mitad del siglo XV cuando Mateo (Matei) Corvin del linaje de los Huniades es nombrado rey de Hungría.
A pesar de la fortificación continua y múltiple, la ciudad es conquistada por los turcos en 1552 y será eliberada por las tropas austríacas dirigidas por el príncipe Eugenio de Savoya en 1716. Después de 1718 empieza la colonización de la población alemana en Banat, hecho que provocará un impulso en la economía de estos lugares. El desarrollo moderno de la ciudad empieza apenas en la segunda mitad del siglo XVIII. Son construidos varios palacios, la Catedral Católica de Plaza Unirii, escuelas, hospitales, edificios de la administración civil y militar en el centro de la ciudad. Esta zona llamada también La Fortaleza (entre las Plazas Libertatii, Unirii, Sfantul Gheorghe, Victoriei) confiere a la arquitectura de la ciudad de Bega una nota peculiar.
Durante el siglo XIX serán puestas en práctica en Timisoara distintas invenciones e inovacciones tecnológicas de la epoca, en 1855 se introduce el telégrafo, en 1857 la iluminación pública a base de lámparas de gas y el ferrocarril y desde 1869 el transporte público es asegurado por tranvías remolcados por caballos. Entre 1870-1880 son construídos varios puentes de acero que reemplazan las antiguas construcciones de madera. Empezando por 1881 se desarrolla la red telefónica urbana. El 12 de noviembre de 1884, Timisoara se convierte en la primera ciudad iluminada electricamente de Europa y en 1899, los tranvías remolcados por caballos son reemplazados por tranvías eléctricos.
A principios del siglo XX, la ciudad sufre un nuevo proceso de sistematización, construyéndose las avenidas que conectan la Fortaleza con los barrios que se extendían fuera de las murallas. Igualmente se construyen los actuales edificios de la Plaza Victoriei, que sobrepasará en importancia la Plaza Unirii (de la Unión) convirtiéndose en el nuevo centro de la ciudad. Entre las realizaciones notorias en el desarrollo interbélico de la ciudad se halla también la construcción de la Catedral Ortodoxa de Plaza Victoriei, uno de los edificios con valor simbólico de la ciudad (consagrada en 1946), la rehabilitación del edificio del antiguo Palacio de Cultura construído en 1875 y destruído en un incendio en 1920, edificio que aloja hoy el Teatro Nacional y la Ópera pero también la inauguración de la escuela Politéctnica.
Después de la segunda Guerra mundial, además de la extension de los antiguos barrios, la construcción de otros nuevos y el desarrollo de una nueva zona industrial de la ciudad, serán fundadas y desarrolladas importantes instituciones de enseñanza y cultura. Empezando por 1980 entra en función el Aeropuerto Internacional de Timisoara.
En 1989, empezará en Timisoara la revolución que llevará a la caída del régimen comunista.
Monumentos históricos y atracciones turísticas
Entre los monumentos históricos de Timisoara en la zona central de la ciudad se pueden visitar el Castillo de los Huniades (construído por Iancu de Hunedoara entre 1443 y 1447 sobre las ruinas del antiguo Castillo de Carlos Roberto de Anjou y renovado en 1852 cuando fueron añadidas características específicas de la arquitectura de la época), el Palacio Dicasterial (construído entre 1850-1854 al estilo del Renacimiento Italiano), Lupa Capitolina ( réplica de la estatua del Capitolio, regalada a Timisoara por la municipalidad de Roma), el monumento de la Santa Trinidad y la Catedral Católica de Plaza Unirii (construída al estilo barroco entre 1737-1773), la Catedral Ortodoxa Mitropolitana de Plaza Victoriei (construída entre1936-1946 combinando el estilo bizantino y el moldavio), los monumentos de Plaza de la Libertad o Plaza Santa María etc.

El Castillo de los Huniades

El Palacio Dicasterial

Lupa Capitolina

El Monumento de la Santa Trinidad

La Catedral Católica de Plaza Unirii

Plaza Santa María

Plaza de la Libertad

El museo más importante de Timisoara es El Museo de Banat (Banatului) que actualmente posee cinco secciones: história, ciencias naturales, arte, etnografía y el Museo del Pueblo de Banat (Satului). El Museo funciona desde 1872. Las secciones de história y ciencias naturales son hospedadas por el Castillo de los Huniades que se encuentra en el centro de la ciudad mientras que la sección de arte puede ser vista en el Palacio Barroco de Plaza de la Unión (Unirii) (el museo contiene colecciones únicas de trabajos y objetos personales del pintor Corneliu Baba, colecciones de arte contemporráneo, decorativo y europeo. El patrimonio del museo también contiene colecciones de pintura rumana de Banat y pintura religiosa. Lamentablemente, éstas no pueden ser expuestas por falta de espacio) y el Museo del Pueblo de Banat (Satului) está situado al márgen de la ciudad en el Bosque Verde (Pãdurea Verde). Además del Museo de Banat también existen el Museo de la Mitropolía Ortodoxa de Banat, El Museo de la Catedral Ortodoxa, el Museo de la episcopía Romano-Católica y la de la Parróquia Ortodoxa Serbia cuyas colecciones contienen objetos de culto y de arte antiguo, imágenes sagradas de madera y vidrio, iconostasios, altares, manuscritos, libros antiguos.

El Museo del Pueblo de Banat

La Ópera Rumana de Timisoara 

En Timisoara funciona la Ópera Rumana y teatros en rumano, alemán y húngaro, la Filarmónica de Banat,  asimismo numerosas galerías de arte donde exponen sus trabajos artistas plásticos contemporráneos de Banat y de otras zonas del país.
La Filarmónica de Banat

Para pasar el tiempo libre de una manera lo más agradable posible pueden frecuentar los clubs de la ciudad, los casinos y durante el verano las piscinas y las bases deportivas al aire libre. Durante todo el año, la ciudad es huéspede de numerosos festivales con temática diversa: de música folclórica a música clásica o electrónica, festivales estudiantiles, el Festival de la Cerveza o el Festival del Vino.